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domingo, 24 de octubre de 2021

EL COMPORTAMIENTO DE LOS FELIDOS

 

EL COMPORTAMIENTO DE LOS FELIDOS

  • ¿Todos ronronean?

No solo los gatos domésticos ronronean, también lo hacen algunos de los grandes félidos. El ronroneo este asociado al placer y la relajación, pero algunas veces ocurre en momentos de dolor y enfermedad.

  • ¿Por qué les gustan las cajas?

Todos los félidos sienten una particular devoción por las cajas. Sean estas grandes o pequeñas, son irresistibles como lugar de descanso y juego. Si se presenta la oportunidad, hasta los grandes félidos juegan con ellas, al igual que lo haría un gato hogareño. La razón de esto es que las cajas les permiten esconderse y acechar, dos comportamientos propios de la cacería. También la forma cerrada de la caja les da seguridad.

  • De maullar a rugir: un mundo de sonidos

Los félidos se expresan sonoramente de distintas maneras. Los gatos domésticos maúllan, los félidos mayores rugen. Así se comunican entre ellos, expresan emociones y delimitan territorio. Existen también otra variedad de sonidos: bufidos, resoplidos, jadeos, chasquidos, agudos o graves según la ocasión y lo que se desea transmitir.

  • ¡Oh!, cachorros!

Todos los cachorros félidos son adorables. Cada camada puede variar en cantidad entre especies y dentro de una misma especie. Una gata puede parir hasta nueve gatitos y una leona hasta cuatro cachorros. También varían los tiempos de gestación según la especie. Todos se alimentan inicialmente de leche materna y luego de carne. Durante los primeros meses aprenden las conductas propias de su especie y lo hacen principalmente mediante el juego. A esto se lo llama “socializar” y es fundamental para poder sobrevivir en la vida adulta, ya que, durante esta etapa, principalmente su madre les enseña sobre los peligros del entorno, la comunicación entre miembros de su especie y la cacería.

  • Los félidos en la literatura

Escritores de todo el mundo y de todos los tiempos han sido cautivados por los félidos, seducidos por su comportamiento y su elegancia. Muchas páginas se han impreso a su favor. Son inspiración por su fuerza y su coraje, su gracia y su belleza. Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, dos grandes escritores argentinos, han tenido varios gatos domésticos que fueron sus compañeros inseparables, tanto en sus casas como en sus vidas; y disfrutaban de posar junto a ellos, cautivados por su personalidad fascinante e hipnóticos movimientos. En la novela “Alicia en el país de las maravillas”, publicada en 1865, Lewis Carroll creo al Gato de Cheshire, un personaje enigmático con el don de desaparecer gradualmente, hasta no dejar mas que la sonrisa, sin dientes y sin boca. Lord Byron poseía un gato llamado Beppo, del cual tomo su nombre el gato de Borges.

Mark Twain escribió: “Si el hombre pudiera ser cruzado con un gato, mejoraría el hombre, pero deterioraría el gato.”

Verónica La Battaglia

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